sábado, 30 de junio de 2012

Siento el retraso!

Hola a todos! Veréis, estoy de vacaciones en el hotel de mi tío en La Peña de Francia, Salamanca. Pensé que iba a estar menos tiempo pero al final vuelvo mañana. Colgaré el capítulo 7 y me pondré a escribir el 8, que tiene alguna sorpresilla.
También voy a poner los nombres de algunas de mis seguidoras y más fieles lectoras a personajes de mi historia. Nina, el primero va para ti pero Drew, Beid y Dani también tenéis uno:) No os creáis las demás que os vais a quedar sin algo relacionado con vosotras! Queen A cuida a sus queridas princesitas! Cereza, ya verás que te he reservado a ti...
Segundo punto, cuando lleve colgados unos cuantos capítulos más de esta historia, abriré otro blog y empezaré a escribir otra historia. Seguramente Criskti ya estará llorando porque se ha quedado sin personaje pero no querida... Jajaja, en esta segunda historia que voy a escribir, la protagonista se va a llamar Cristina así que... Para ti guapa!
Y dicho todo esto, espero que se os haga mas corta la espera por el capítulo, que llegará mañana, a ver si ganamos la Eurocopa...
En fin mis princesitas, os quiere
Queen A.

viernes, 22 de junio de 2012

Capítulo 6


Salimos del colegio unos diez minutos después de que acabara la diversión. Alexander intentó cogerme de la mano unas diez veces y yo lo evité otras diez. Quiso llevarme a casa e insistió diez veces. Yo le dije que quería ir con Abigail, digamos…, diez veces. Al final me besó y me dejó irme a duras penas a buscar a Abi. Corrí hacia su coche rosa y me monté en el asiento de copiloto. Ella ya estaba dentro comiendo un chupa-chups de fresa. Cindy y Melody, que estaban sentadas detrás, me saludaron entusiasmadas. Ví que Abigail ya les había contado lo de Alexander. Abigail me pasó un regaliz rojo y una lata de Coca-Cola. Abrí la lata y metí el regaliz dentro. Lo utilizé como pajita para sorber la Coca-Cola.
-¿A dónde vamos?- preguntó Cindy
-No me apetece ir a Paolo’s- comentó Melody. Paolo’s es un restaurante italiano al que siempre vamos. Hay unos batidos alucinantes y unas galletas riquísimas. Todo sanísimo vamos.
-Pero yo quiero un batido de fresa-dijo Abigail, obviamente.
-Me quiero ir a casa chicas.- Cindy tan animada como siempre. Pero yo tengo unas ideas arrasadoras.
-A ver chicas, pasamos por Paolo’s y le pedimos unos batidos para llevar y después nos vamos a casa de Cindy. Nos cambiamos y después vamos al concierto de su hermano, ¿vale?
-Scarlet y sus mega planes.- me aplaudió Melody.
            Estos planes solían ser propios de mi ya que nadie se acordaba nunca de que existían cosas como los batidos para llevar de Paolo’s, las toneladas de ropa en casa de Cindy y el grupo de su hermano gemelo Daniel.
-¡Pues en marcha!- exclamó Abigail a la vez que daba marcha atrás para salir del sitio en el que había aparcado.
            Cuando llegamos a Paolo’s había una cola impresionante de personas. Como si llega a estar Madonna. Nos abrimos paso entre la gente y saludamos a Paolo. Era como un segundo padre para nosotras y teníamos todo el derecho a ponernos las primeras.
-¡Ciao mis niñas!- saludó.-¿Lo de siempre?
-Por supuesto Paolo, pero para llevar. Y ponle nata a mi batido por favor.-dijo Cindy
-¡Marchando mis niñas!
            Salimos de allí, cada una con su batido. Abi de fresa, Cindy de chocolate, Melody de yogur y yo de menta. Llegamos a casa de Cindy justo cuando su hermano terminaba los últimos acordes de la canción. Estarían ensayando en el garaje mientras la novia de Daniel, Xylianna, pintaba con rotulador negro su camiseta.
            Subimos a la habitación de Cindy y allí nos acomodamos para tomar los batidos. Una vez que estábamos instaladas, con los planes hechos y medianamente relajadas se echaron encima de mí.
-¡Bueno Scarlet! ¡Ya nos estás contando que narices ha pasado con Alexander! ¡No me lo puedo creer!-gritó Cindy.
-A ver Cindy, te relajas. Me ha invitado a comer, nos hemos besado y hemos quedado mañana. Nada más.
-¿¡Nada más!? El tío más bueno del hemisferio norte, y probablemente del sur, te invita a comer, te besa ¿¡y tú dices nada más!? Yo flipo.- siguió gritando Cindy.
-Es la reina S, ¿qué esperabas? Todo el pueblo cae rendido ante su belleza.-se rió Abi mientras se quitaba la cazadora y la lanzaba encima de la mesa.
-Bueno, ya vale.- dijo Melody.-No vamos a reírnos de Scarlet ahora.- Qué raro, ella siempre solía reírse la que más cuando Abigail hacía una de estas bromas. Quería cambiar de tema.
-¿Qué tal las clases?-pregunté.
-Horribles- ladró Abi.
-Geniales- dijo Melody
-Ni siquiera sé cuál es mi nuevo horario- se quejó Cindy.
-En fin… No se puede hablar con vosotras chicas. Voy a saludar a Xylianna.
            Salí del cuarto de Cindy y bajé las escaleras hasta el garaje. Allí, Daniel, Lucas, Will y Diana empezaban una nueva canción. Xylianna estaba sentada en un sillón rojo de la esquina dibujando un gato en su camiseta blanca de tirantes.
-¡Hola Scarlet!-me saludó Diana.
Era la cantante del grupo y una chica guapísima. Pelo dorado y ojos tan azules que parecían violetas. Lo mejor de todo es que era tan simpática. Salía con Lucas, el batería, que era un chico altísimo y muy delgado. Hacían muy buena pareja.
-¡Diana! ¡Cada día estás más guapa!
-Viniendo de ti, es todo un halago- contestó mientras sonreía con sus perfectos dientes.
            Cuando Xylianna oyó mi nombre, levantó la mirada y esbozó una media sonrisa. Xylianna es una chica muy, muy especial. Para empezar, si le llamas Xylianna, estás muerto. Hay que llamarla X. Tiene el pelo liso, larguísimo y casi tan negro como el coche de Alexander. Pero lo que más me gusta de ella son sus ojos de gata. De gata literalmente porque los tiene amarillos y con las pupilas rasgadas. Camina con la elegancia de una gata y es tan fiera como una pantera. ¿Por qué? Porque es una Galy.
Los Galys son seres con apariencia prácticamente humana pero con al menos una característica física e interior animal. Xylianna es una maldita pantera, con su pelo negro y brillante, sus ojos amarillos y su elegancia y mal humor. No me extraña nada que Daniel esté coladito por ella porque es hechizante.
Se levantó y caminó hacia mí con sus botines de tacón negros. Hoy iba vestida con una camiseta blanca de tirantes llena de dibujos, unas medias de rejilla, unos shorts vaqueros y un chaleco de pedrería. Ya estaba vestida y maquillada para el concierto.
-¡Scarlet! Tenía unas ganas horribles de verte- exclamó mientras me abrazaba.
-Pues imagínate yo, X. He estado todo el verano liadísima, ya sabes por qué. ¿Alguna novedad de lo que me contaste la semana pasada?
            La semana pasada me llamó a las dos de la mañana para contarme que habían intentado matarla dos cazadores Huntex. La Secta Huntex, por supuesto. Son unos asquerosos cazadores de Galys que no hacen más que matar personas que no han hecho nada alegando que no son personas. Joder, después de la Sangrienta, esta era la secta que más odiaba.
-No creo que vuelvan a atacarme, S. Diana me ayudó a darles una pista falsa con un hechizo de rastreo.
            Bueno, una buena noticia. Ya habréis supuesto que Diana es una Byrel. Ella y Abi se pasan la mitad del tiempo que Abi no pasa conmigo juntas haciendo hechizos.
-Me alegro, X.
-¿Vienes al concierto hoy verdad?- preguntó X.
-Claro, en cuanto termine de hablar con estas, nos cambiamos y vamos, ¿vale?
-Guay, menos mal. Entre tanto instrumento no hay sitio para mí en la furgoneta de Will.
-Siempre hay sitio para ti, X- dijo Daniel con una sonrisa.-Aunque yo tenga que ir detrás de la furgo corriendo.
-Mejor conduce que yo llevo a X.-contesté. Eran una auténtica monada estos dos.
Miré a Daniel y vi que sonreía como un tonto. Era el vivo reflejo de Cindy. El mismo pelo pelirrojo, las mismas pecas y la misma nariz. Alucinante. Daniel se acercó a X, le dio un beso y volvió a coger la guitarra.
-Bueno chicos, besos a todos, me subo con las locas. Will, Lucas, estáis estupendos. Os veo en el concierto. Cuando se vayan subes con nosotras X, que nos iremos en un rato, ¿vale?
-De acuerdo S, hasta luego.-dijo mientras me guiñaba un ojo amarillo con pestañas a rebosar de rimmel.
            Subía las escaleras cuando de pronto vi un resplandor rosa. Pero no una lucecita rosada. No, ¡una maldita explosión de luz fucsia! Joder, ¡ya estaba Abigail haciendo de las suyas!

jueves, 21 de junio de 2012

Feliz verano!!

Hola a tod@s! ¿Qué tal estáis? Yo he terminado exámenes, clases y estoy feliz ante un verano prometedor! Escribo esta entrada para comunicaros los resultados de las encuestas, antes de colgar el capítulo 6, el cual me ha costado mucho escribir ya que he tenido mi primer punto muerto. Afortunadamente, he sabido salir, y espero que muy bien. Bueno, voy a lo que he venido. En la primera encuesta os preguntaba que os estaba pareciendo el libro de momento. Las respuestas han sido:
92% para: Me gusta, tiene un punto interesante
8% para: Está bien, algo hay que mejorar
A nadie le ha parecido que mi libro era tan horrible como para mudarse a China, lo cual me alegra, pero sigue habiendo un 8% al que no le ha maravillado mi historia. Así que, por favor, dejadme un comentario en esta entrada con lo que debería mejorar. Gracias:)
En la segunda, preguntaba sobre el personaje que os causaba más interés. Loa resultados han sido:
Abigail Vanry-16%
Scarlet Waltsen-40%
Alexander Stain-40%
Soare Stain-4%
Hay un empate entre los tortolitos, lo cual me encanta! Bueno, besos y espero que disfrutéis el siguiente capítulo:)

martes, 12 de junio de 2012

Capítulo 5


Entré en el edificio en el mismo instante en el que el timbre sonaba y en lugar de echar a correr para llegar a clase decidí buscar a Abi porque ella jamás iba a la primera clase de la tarde. Se escondía en algún lugar del colegio mientras fumaba y pensaba en dibujos nuevos de tatuajes o simplemente iba al campo de fútbol y miraba el cielo a la vez que se retorcía sus mechas rosas  y comía un chupa-chups de fresa. Como hoy era el primer día de clase y hacía un sol espectacular, llegué a la conclusión de que hoy tocaba fútbol y chupa-chups.
            Salí de nuevo del edificio y vi que Alexander ya había aparcado y recé para que estuviera en clase y no haciendo algo tipo Abi. Encaminé mis pasos hacia el campo de fútbol, que estaba detrás del Regina’s. Era un auténtico coñazo que no hubiera un acceso desde detrás del edificio. Cuando llegué, Abi estaba sentada en las gradas mirando el horizonte comiendo un chupa-chups de, como yo bien sabía, fresa.
-¡Abi!-grité. Sé que me oyó porque estiró la espalda, y yo siempre le decía que se sentara recta, pero no giró la cabeza.
Subí las escaleras precipitadamente de dos en dos. Con lo ágil que suelo ser, esa subida me hizo parecer torpe. Cuando la alcancé me senté a su izquierda y me ofreció un chupa-chups de cereza. Es increíble cómo me conoce. Lo desenvolví y me lo llevé a la boca.
-Si me vas a preguntar si te importa que salgas con Alexander, la respuesta es no.-¿Veis que decía? Da miedo lo mucho que me conoce.
-Vale genial, un problema menos. ¿De verdad que no te importa?-respondí. Volví a chupar el caramelo.
-Claro que no, S. Sé que no te preocupa lo que piense de que salgas con Alex. Te preocupa Rau. Por cierto, ¿sabes que Rau significa malvado en rumano? ¿No es increíblemente acertado para él?
-La verdad es que le viene que ni pintado. Malvado. Teniendo en cuenta que yo me llamo Escarlata. Como esa maldita diosa. A lo que íbamos, sí, me preocupa Mr. Malvado.
            ¿Cómo no me iba a preocupar? Pegó a mi mejor amiga, intentó secuestrarme, y sigue intentándolo. Sin mencionar que casi tira a Melody por un puente y a mi hermana la persiguió por el colegio para asustarla.
-No creo que me vuelva a atacar, las Byrels ya están informadas y me han dado este collar.-señaló una gran bola rosa que colgaba de su cuello.-Sirve para protegerme. Crea una especie de campo de fuerza a mi alrededor.
            Yo también quería un collar de esos. Pero para tenerlo tendría que ser una Byrel y pertenecer a su secta. Las Byrels son una especie de brujas. Tienen unos poderes de persuasión increíbles y una fuerza mental y física capaz de vencer al más corpulento y entrenado de los humanos. La Secta Byrel es muy útil como aliada cuando hay guerras. Puede persuadir al enemigo para que haga lo que quieras y mientras tanto cargarse un ejército entero. La que todos los ignorantes conocen como la segunda guerra mundial,  no es más que el enfrentamiento entre la Secta Sangrienta y la Secta Byrel.
            Y es la secta de Abigail. Todas sus mechas rosas, piercings, tatuajes y lentillas no son más que hechizos de poder, fortaleza y protección. Los hechizos de las Byrel pueden adoptar la forma que sea. Desde animales hasta libros, pasando por los adornos de Abigail o los tacones de mi madre. Sí, mi madre es una Byrel. Y una importante, forma parte del Consejo. Cuando me lo contó entendí por qué siempre que ella quería recogía la casa o le masajeaba los pies.
 -Me vendrían bien un par de esos collares.-comenté. Ahora que estaba todo más o menos claro podíamos reír un rato.
            Mi comentario le hizo gracia y como se había terminado el chupa-chups rebuscó en el bolsillo de su cazadora de cuero rosa, que no era un hechizo, y sacó otro.
-¿Te vas a comer otro? Va a sonar ya.-le dije. Se tomaba su tiempo con aquellos caramelos con palo y no podíamos faltar toda la tarde a clase.
-¿Es primer día, recuerdas?-sonrió. Por supuesto, era primer día. El primer día jamás iba a clase por la tarde. Fallo mío.
-¡Ah cierto! Estoy que no sé ni dónde estoy.
            Comencé a levantarme para llegar tiempo a mi última hora. Tocaba ciencias pero nos iban a dar la típica charla de sexualidad de comienzo de curso.
-Te veo en un rato Abi. ¿Dónde siempre?- pregunté.
-Donde siempre -contestó.
            Bajé las escaleras, esta vez con más ligereza y tranquilidad. Cuando iba a pisar el césped Abi me llamó y me dijo, no, me gritó que aún teníamos que hablar sobre ‘mi noviete’ al mismo tiempo que movía las cejas arriba y abajo. Me reí, pisé el césped y a medio camino, como sabía que estaba mirando cómo me alejaba le saqué el dedo. Oí su bufido y su risa y recorrí el último tramo corriendo después de tirar el palo del chupa-chups a la basura.
            Cuando entré en el edificio los pasillos estaban desiertos y como me quedaban unos minutillos antes de que sonara mi amigo el timbre fui al baño. En cuanto salí, sonó y me encaminé hacia la sala de audiovisuales. La mayoría de alumnos nunca iban a esa charla, se escabullían con la excusa de sentirse mal o simplemente se piraban. Yo siempre iba. Escuchar a un gordo calvo hablar sobre el sexo y la vida sexual es demasiado divertido. Además, siempre aprendo algo nuevo.
El año pasado averigüé lo mucho que puede sudar un ser humano durante el acto. Por si cabe mencionarlo, no soy virgen. Mi pureza desapareció el año pasado con un tio que me gustaba, Mark creo que se llamaba. Lo conocí en la playa. Lo típico. Alto, rubio, ojos azules, un cuerpo musculado con un tono dorado como el de las galletas y una sonrisa tan brillante como arrogante. Me gustó bastante. Lo hicimos tres veces. Desde entonces me he tirado a un tipo de una discoteca que por lo visto era el cantante del grupo que había actuado esa noche. Bueno, siempre estoy abierta a nuevas experiencias.
Me senté en la primera fila para ver mejor a mi amigo calvo y responder preguntas. Alguien se sentó a mi lado, y me extrañó bastante porque en la primera fila solo me siento yo y Cindy de vez en cuando. Melody se siente incómoda cuando se tratan estos temas tan abiertamente y nos espera en el coche de Abi. No era Cindy, no oí mi nombre pronunciado por su voz. En lugar de eso, recibí un beso. Alexander.
-Hola, preciosa.-me dijo con la voz más zalamera que el mundo ha oído desde que es mundo.
-Hola, bombón.-le respondí superando su voz. Me acerqué a su oído.-Como vuelvas a llamarme preciosa te mato, precioso.-le susurré superándome a mí misma.
-Entendido Scarlet.-me dijo.-Bueno, ¿me explicas de qué va esto?
-Claro. Um… básicamente es un tío que se las da experto sexual diciendo que follemos con condón mientras pasa diapositivas de penes y vaginas esquemáticos. Después hay ronda de preguntas y el pobre sufre conmigo. El año pasado le pregunté cuantos litros de sudor se pueden llegar a expulsar mientras lo haces. No tenía ni idea, el pobre, y se puso a sudar como un cerdo- reí.
-Comprendo. ¿Yo también puedo divertirme o lo haces tú exclusivamente?-preguntó poniendo su mano en mi pierna. Muy arriba. Lo ignoré y contesté:
-Lo hacía yo exclusivamente pero no te voy a negar el placer.-respondí. Su mano subió más. Le cogí la mano y se la estampé en sus atributos. Noté como se retorció por el dolor. Me envió una mirada fulminante y dijo:
-¿Sabes qué?-preguntó con los ojos brillantes.
-¿Qué?
Se acercó a mi oído y dijo:
-Como vuelvas a hacer eso, te mato.
Y el gordo calvo entró en la sala.

lunes, 4 de junio de 2012

Hola de nuevo!

¿Qué tal lleváis los exámenes? A mi me esta costando taaaanto ponerme a estudiar... Muchísimas gracias por las instrucciones para afiliar a Beid, Nina Marie y Criskti! Y como me da a mi que voy a estar un tiempo sin actualizar me gustaría recomendaros un blog.
http://elrincondelaimaginacionesaqui.blogspot.com.es/
Es una de las primeras lectoras de mi blog y aunque lleva poquitos capítulos escritos y ella no sabe que le estoy haciendo esta entrada, a ver si entre todos le animamos a escribir más. Especial mención a su forma de organizar los capítulos.
Y para terminar, os dejo un vídeo de mi grupo favorito, The Pretty Reckless. No espero que os guste a todos pero sí a algunos. Besos:) Queen A.